miércoles, 9 de noviembre de 2011

De esclavo a siervo.

Por: J. Raúl Mondragón


Cuando algun legalista viene a objetar la explicacion de la salvacion por gracia por medio de la fe; tan clara en la Biblia; pero que les cuesta tanto entenderla desde nuestra mente dogmatica y perfeccionista, para tratar de responderla formularíamos la objecion de la siguiente manera: "Si los pecadores reciben la gracia ¿pueden continuar experimentalndola si siguen pecando?. Pablo respondio a esta pregunta retorica:

"En ninguna manera. Porque los que hemos muerto al pecado, ¿cómo viviremos aún en él?"Romanos 6:2
Luego clarifico que la salvación, ejemplificándola en el bautismo, cambia de tal manera a los individuos que reciben una nueva naturaleza que se deleita en servir a Dios (Rom. 6:3-14). Es decir estar bajo "la gracia" no son libres para pecar (6: 15-23)

Thomas D. Lea lo expresa precisamente:" En la conversión los creyentes pasan de una experiencia de esclavitud al pecado a una de servicio a Dios". Pablo  lo había dicho antes:

"Mas ahora que habéis sido libertados del pecado y hechos siervos de Dios, tenéis por vuestro fruto la santificación, y como fin, la vida eterna" (Romanos 6:22)

También reconoce que practicar el pecado lleva a la muerte, pero la experiencia de la gracia en Cristo conduce a la vida eterna.

"Porque la paga del pecado es muerte, mas la dádiva de Dios es vida eterna en Cristo Jesús Señor nuestro".


Perfecionismo

Sin embargo, los legalistas y perfeccionistas afirman que hay que hacer algo más, para ser dignos de la sangre de Cristo. ¿De dónde sale esa idea? Ese concepto es antibíblico. Es creer que no basta la justificación y tenemos que hacernos dignos de la justificación, haciendo “nuestra parte” para merecer la gracia. Si la merecemos deja de ser gracia y se convierte en deuda, como señala el mismo apóstol Pablo (Romanos 4:4).

Entonces si el mensaje es tan claro ¿por que nos complicamos tanto?

Creo honestamente es que esto saca de su area de confort a muchos cristianos sinceros, pero que tiene en sus mente el viejo discurso "si pero... Guarda los mandamientos". Sin entender que es imposible por nuestra naturaleza es imposible guardar una ley santa y perfecta; ademas de sacer de contexto algunos consejos de la Sra. White; tudpor ejemplo este, que si lo leyeran en su totalidad encontrarian la armonía plena en la justificacion solo por la fe.


"La condición para alcanzar la vida eterna es ahora
exactamente la misma de siempre, tal cual era en el paraíso
antes de la caída de nuestros primeros padres: la perfecta
obediencia a la ley de Dios, la perfecta justicia. Si la vida
eterna se concediera con alguna condición inferior a ésta,
peligraría la felicidad de todo el universo. Se le abriría la
puerta al pecado con todo su séquito de dolor y miseria
para siempre.


Aquí los legalistas aplaudirán.


Seguimos leyendo.

Era posible para Adán, antes de la caída, conservar un
carácter justo por la obediencia a la ley de Dios. Mas no lo
hizo, y por causa de su caída tenemos una naturaleza
pecaminosa y no podemos hacernos justos a nosotros
mismos. Puesto que somos pecadores y malos, no podemos
obedecer perfectamente una ley santa. No tenemos por
nosotros mismos justicia con que cumplir lo que la ley de
Dios demanda.
Si solo leemos esta frase nos quedamos sin esperanza.
. Mas Cristo nos ha preparado una vía de
escape. Vivió sobre la tierra en medio de pruebas y
tentaciones tales como las que nosotros tenemos que
arrostrar. Sin embargo, su vida fue impecable. Murió por
nosotros y ahora ofrece quitarnos nuestros pecados y
vestirnos de su justicia. Si os entregáis a él y lo aceptáis
como vuestro Salvador, por pecaminosa que haya sido
vuestra vida, seréis contados entre los justos por
consideración a el. El carácter de Cristo toma el lugar del
vuestro, y vosotros sois aceptados por Dios como si no
hubierais pecado.

(Camino a Cristo pag. 55)

Conociendo la naturaleza humana Pablo señala la razón de la salvación por gracia:
Porque por gracia ustedes han sido salvados mediante la fe; esto no procede de ustedes, sino que es el regalo de Dios, no por obras, para que nadie se jacte (Efesios 2:8-9).
En otras palabras para que nadie diga: “Porque yo obedezco y tú no”, “porque yo ‘guardo’ y tú no lo haces”, “porque Dios me contesta a mí que soy mejor que tú”, y otras expresiones, que si bien no decimos con esas palabras enunciamos toda vez que discriminamos a alguien que señala su convicción de la gracia.

"Y si es por gracia, ya no es por obras; porque en tal caso la gracia ya no sería gracia (Romanos 11:6).

La función de la ley

Se puede mantener una idea partida del supuesto sectario y exclusivista de ser el único pueblo de Dios y su caracteriza a diferencia de los otros cristianos es que ellos si guardan la ley de Dios.Pero esto como hemos visto el desarrollo de la presente es imposible, por nuestra naturaleza.

Pablo afirma que la presencia de la ley estimulaba en el,y en todos los seres humanos, una comprensión del pecado ; es decir aspirar a vivir en un plano superior, pero estando constantemente empujados hacia el abismo de la desobediencia por el pecado.

Pero gracias a Dios, hay un camino a la victoria y ese es Cristo Jesús y por medio del poder del Espíritu Santo nos capacita y fortalece en este proceso de santificación como siervos, para alcanzar la vida eterna. En Cristo reconocemos la victoria presente y la esperanza futura.

Conclusion:

Cuando se enfatiza la obediencia por sobre la gracia, lo que ocurre es que se opaca la gracia y la acción redentora de Jesús se convierte en secundaria, eso sí que es abaratar la gracia, quitarle su valor real y convertirla en un producto de segunda categoría. Nos convierte ahora en esclavos de la ley.

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