Por: Raúl Mondragón
Siempre han existido y
existirán personas sensacionalistas; que se caracterizan por difundir
información polémica, extraña o que llama la atención sobre diversos asuntos. Es
muy común que la información que propagan, sea falsa o dañina, y ello evidentemente propicia el perjuicio de aspectos
objetivamente más importantes de tales asuntos.
Evidentemente en un
sector del adventismo “perfeccionista y legalista”, autodenominado “de los estudiosos”
; son muy dados a buscar señales y cumplimientos proféticos(para según ellos, “tener más luz”).
Con un morbo “santo” (si es que existe tal cosa), ven en cualquier asunto y lugar,
evidencias de que “la crisis final se avecina”. Y como es de esperarse los
eventos finales son su foco de atención. Es típico que los tales, aborden temas
proféticos, con ideas preconcebidas, sin un estudio o consulta Bíblica seria y lógica, pero eso si con un montón de citas Bíblicas y de Elena de White fuera de todo contexto.
¿Realidad o Ficción?
En días recientes se suscitó
cierta conmoción, en los “círculos
fanáticos adventistas” (lo digo sin afán de descalificación, y es que no hay
otra forma de llamarle, a aquellos que han perdido el rumbo y el objeto del
cristianismo), por la implantación del “chip”
que presidente de EUA, autorizo para el 2013, para poder con ello acceder al
servicio médico. Estos individuos ven en esto, el cumplimiento literal de “la marca de la bestia” (Apocalipsis 13:18) y
advierten en ello, el preámbulo para el decreto de leyes dominicales y eventualmente persecución.
No es nada nuevo
mezclar la verdad con el engaño, y hasta podríamos especular que significa el 666 y descubrir muchos significados. Lo que
me asombra aún más de este asunto del “microchip”; es que se trata de una idea
originada en una serie de libros de “ciencia ficción”, titulados Lost Behind (Dejados Atrás) de los autores cristianos Tim LaHaye y Jerry
Jenkins; quienes supuestamente basados en la Biblia hacen un relato ficticio,
sobre el tiempo del fin en esta tierra (con ideas erradas como el rapto secreto
por ejemplo); Específicamente en el octavo libro: The Mark: The Beast Rules the World (La marca: Las Bestia domina el Mundo). El Anticristo es un "hombre
poderoso", llamado Nicolas Carpathia, surge milagrosamente de entre los muertos.
Ha colocado a sus seguidores un tatuaje, una marca de lealtad, en la mano o en
la frente, y les ha implantado un "biochip" que contiene su información personal.[1] Estos autores ponen toda la superchería y fantasía, en un amasijo, que muchos grupos cristianos han mal interpretado y considerado como verdad Biblica.
¿Qué es la marca de la
bestia?
Para entender este
asunto, se requiere comprender tres conceptos básicamente: 1. Qien es la “Bestia” de Apocalipsis 13. Sin parecer
simplista, porque no es mi afán exponer todo lo referente a este asunto, solo
mencionare que: La Bestia es un poder político-religioso. 2. Implica
conocer, especialmente el mensaje del tercer ángel (Apocalipsis 14:9-11) y finalmente 3.Entender que es el “sello de Dios”.[2] Se
sabe que de acuerdo a la cosmovisión adventista este sello es el día de reposo: sábado. [3] El grupo de fieles tendrá este distintivo de
autoridad. Porque después de todo, una
señal tiene que ser visible, de lo contrario no señalaría nada.
De acuerdo a la Biblia,
la marca es más que un código de barras, las siglas de la web (www [World Wide Web], se decía que era tres números seis romanos VI VI VI) ,una
supercomputadora, o un microchip. Hoy en día estamos en condiciones mediante la
Palabra de Dios conocer que es y cómo evitarla. (Apocalipsis 14:9-10).
La marca de la bestia es
una actitud persistente de los enemigos de Dios. Tiene que ver con la adoración.
Según la mayoría de los autores adventistas; ambas marcas, se refieren al
falso día de reposo (Domingo).
La marca en la frente es
sometimiento, aceptación, convencimiento; es decir implica las facultades
mentales intelectuales (Hebreos 10: 16). Por su parte la marca en la mano; que es símbolo de trabajo, (Eclesiastés 9:10) se refiere a la
ejecución o cumplimiento. [4]
Mark Finley dice que: “ Estos últimos
son los que son “neutrales” no están convencidos, pero no deciden”. [5] Otra
manera, más clara de decirlo es que tienen mentalidad de borrego, y
políticamente correctos.
Es síntesis la marca de
la bestia es la contraparte del sello de Dios. No se va a poner una marca
visible u invisible.; es decir nadie va aponer un 666 en la frente o en la mano
o cosa similar.
Ideas vagas y confusas
Francamente todo este
incidente me recuerda lo que C. S. Lewis, escribió en su satírico pero profundo libro titulado:
“Cartas del diablo a su sobrino”. Específicamente una sección resulta muy acorde a este particular:
“Mantén sus ideas vagas
y confusas, y tendrás toda la eternidad para divertirte, provocando en él esa
peculiar lucidez que proporciona el Infierno” (p. 29).
Muchos de los problemas
que enfrentamos en la iglesia tienen que ver con “ideas vagas y confusas”. Esto
de andar poniendo cuidado en si estornuda el papa y que ademanes hizo tal o
cual día, en esta o aquella reunión,
o en que hace el presidente de
EUA, con quien se sienta a almorzar, que colores prefiere, aparte de ser
pernicioso, es una cortina de humo y pérdida de tiempo. Cuidémonos de ideas
vagas y confusas, pero sobre todo del fanatismo religioso.
La verdadera noticia
Ciertamente que en la
crisis final que vendrá sobre este mundo, la observancia del sábado será más
distintiva,que separa a los hijos de Dios de los demás.[6]
Sin embargo esto no quiere decir que hoy mantengamos una actitud de exclusión y
una mentalidad triunfalista y descalifiquemos a aquellos que no “guardan” el
sábado. El juicio es de Dios y es dado a Jesús, y el mismo a nadie juzga (Juan
8:15) y afirma en Juan 10:16:
“Tengo otras ovejas que
no son de este redil, y también a ellas debo traerlas. Así ellas escucharán mi
voz, y habrá un solo rebaño y un solo pastor”.
(NVI)
El texto es claro son “sus
ovejas”. Es urgente evitar esa mentalidad triunfalista” y generar normas para mostrar cuán distintos
somos de los demás, tal como hicieron los judíos.
Por otro lado de que
vale predicar de la crisis final, si no se le ayuda a las personas con sus
"crisis" actuales. Seamos los
brazos de Cristo restaurando al pecador, no somos tenedores de “toda la
verdad”, tan solo tenemos vislumbres.
Conclusión
Me queda claro que una
gran parte del adventismo, está más atento en que se cumplan los decretos
dominicales, y no en cumplir su parte como hijos de Dios, la cual me resulta simple, una vez que se acepta la
gracia y es: restaurar al pecador, y no atemorizarlo con las tribulaciones.
Todo este asunto deja
en evidencia la influencia nociva, que pueden tener unos cuantos “lideres” mete
culpas y perfeccionistas, que con ideas sesgadas malinterpretan las escrituras.
Creando con ello, parafraseando al Dr. Miguel A. Nuñez "solo fanáticos con fe pero sin virtud".
En relación a la segunda venida de Jesús y la salvación en sí misma, este tipo de noticias sienta un claro referente del tremendo estado de angustia en el que los perfeccionistas
viven (aunque no lo reconozcan). Es muy sintomático observar, falta de paz y gozo cristianos en aquellos que no aceptan que; mientras estemos de este lado del
cielo seremos pecadores e imperfectos.Nunca descansan en la esperanza de la vida
eterna dada por Cristo.Viven constantemente evaluando sus propios logros, y son tristemente vueltos a la esclavitud, por no recibir algo simple: la gracia y solo la gracia. (Efesios 2:8-9)
Dejemos los rumores, y
ciencia ficción, que solo enredan, y confiemos en aquel que nos ha redimido,
Cristo Jesús. Si aceptamos y comprendemos que,
todo lo necesario para la salvación ya fue provisto, por Dios, estaremos
tranquilos. Pensemos en el que pasara (el
regreso de Cristo) y no de como pasara (Angustia).
Referencias
[1] Mark
Finley , La próxima superpotencia,
Asociación Publicadora Interamericana: Doral Florida,2006,144
[2]
Apocalipsis 7:2,3
[3]
Isaias 1:18,ver Apocalipsis 14:12-13
[4] Loron
Wade, ¡La hora de su jucio ha llegado! : Los tres ángeles y el destino final
del mundo Publicaciones Universidad Montemorelos,2002,54-55
Ibit. 56
[5] Mark
Finley , La próxima superpotencia, Asociación Publicadora Interamericana: Doral
Florida,2006,144
[6]
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